El 18 de septiembre se celebra el día del emblema tricolor que representa a todos los cordobeses. La fecha fue instituida por ley provincial en el año 2011. Desde su creación, la bandera de Córdoba ondea en todos los establecimientos oficiales de la provincia, junto al pabellón nacional.
Cada 18 de septiembre, se celebra el Día de la Bandera de la Provincia de Córdoba, en conmemoración del fallecimiento del Brigadier General Juan Bautista Bustos.
Le fecha de la celebración fue sancionada por unanimidad, el 31 de agosto de 2011, por la Legislatura provincial (Ley 9989).
La creación del pabellón provincial coincidió con el rescate de la figura de Bustos, en ocasión de los festejos por el Bicentenario de la Patria. El caudillo cordobés, general del Ejército del Norte, fue héroe en la lucha contra las invasiones inglesas y en la lucha de la independencia nacional.
Fue también un convencido luchador de los derechos del interior y férreo defensor del federalismo, además de destacado colaborador del general José de San Martín en el Cruce de los Andes y en la liberación de Chile y Perú.
Desde su creación, flamea en todos los edificios públicos provinciales, junto a la enseña patria, la bandera cordobesa. Su corta historia se inicia en el concurso “Buscando la Bandera de la Provincia de Córdoba”, llevado a cabo en ocasión de la celebración por el Bicentenario de la República Argentina, del que resultó seleccionado el pabellón tricolor que actualmente identifica a la provincia.
En efecto, nuestra bandera oficial tiene tres bandas verticales proporcionales: roja a la izquierda, blanca al medio y azul-celeste a la derecha, que cumplen el doble propósito de rescatar los colores empleados por Artigas y ser compatibles con las de las otras dos provincias de la Región Centro: Entre Ríos y Santa Fe simbolizando, de esta manera, la vocación integradora del área.
Vistos de forma separada, el rojo representa la sangre vertida y el federalismo abrazado por Córdoba, el azul-celeste los aportes a la independencia nacional y los cursos de agua que recorren la provincia y el blanco se refiere a la identidad de un pueblo formado por numerosas corrientes migratorias.
Contiene además la silueta del “sol jesuita”, que con sus 32 rayos (16 rectos y 16 ondulados) dispuestos alternadamente, coinciden desde los gráficos con el “sol inca o sol de mayo” presente en la bandera nacional, buscando reflejar la importancia política, social, cultural, educativa y religiosa de los jesuitas que dieron a lo largo de la historia a Córdoba un legado patrimonial, que ha sido reconocido por la UNESCO a fines del año 2000 como Patrimonio de la Humanidad.
Bustos, el héroe cordobés
El Brigadier General Juan Bautista Bustos nació el 29 de agosto de 1779 en Santa María de Punilla, provincia de Córdoba. Hombre de armas, se destacó por su actuación en el ejército durante las Invasiones Inglesas.
Posteriormente, participó activamente en la Revolución de Mayo de 1810, como uno de sus principales exponentes del naciente “interior federal”.
En 1820, fue elegido gobernador de Córdoba, siendo un férreo defensor del federalismo del interior. Su gobierno impulsó medidas destinadas a concretar la idea de autonomía de las provincias. Fue el primero en promulgar una constitución para la provincia de características federales. Creó la Sala de Representantes y un Poder Judicial independiente. Propendió, en lo económico, a la libertad de comercio interior, pero protegiendo las industrias nacionales.
En 1825, Bustos fue reelecto gobernador y continuó gobernando hasta que fue derrotado en la batalla de San Roque, por el General José María Paz, el 22 de abril de 1829. Su prestigio y su buena administración lo habían convertido en el líder natural de las provincias y por lo tanto era uno de los primeros objetivos de la reacción unitaria. Su gobierno fue derrocado por los unitarios encabezados por General Paz.
En su lucha por defender los intereses del interior, se enfrentó a los Generales Paz y Lavalle. Se unió con Facundo Quiroga y con otros caudillos federales de La Rioja y Catamarca contra Paz, pero fueron vencidos en las batallas de La Tablada y de Oncativo. En la batalla de La Tablada (22 y 23 de junio de 1829) Bustos fue mal herido y se refugió en Santa Fe. Allí murió al año siguiente a causa de las lesiones recibidas.