Los Intendentes de las localidades cercanas a la capital cordobesa mostraron su preocupación por el destino de Cormercor luego de que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) ratificara que no se puede avanzar con las obras de la planta del tratamiento de residuos en Santa Ana.
El destino de los residuos en Sierras Chicas es una verdadera preocupación. Todos sus intendentes dicen que no tienen alternativas a la vista si no pudieran enviar los residuos al predio que comparten con la Capital. Admiten que la única que imaginan –volver a crear basurales a cielo abierto en sus zonas– le sumaría sólo conflictos.
Desde La Calera hasta Ascochinga, pasando por Villa Allende, Unquillo, Mendiolaza, Río Ceballos y Salsipuedes, están puestas las expectativas en que la Justicia destrabe los amparos que frenan el proyecto de Cormecor.
En una entrevista que el intendente de la ciudad de Córdoba dio a un medio colega
afirmó que hoy todos los residuos van al vertedero de Piedra Blanca, que fue constituido para un año y se extendió un poco más. También agregó que a los recursos que tenían presupuestados para encarar las obras de la planta de Cormecor los van a tener que destinar a extender la vida útil de Piedra Blanca, hasta que la Justicia falle. Esa obra cuesta 100 millones de pesos, para generar espacios en el mismo terreno. Para ello hay que mover tres millones de metros cúbicos y eso daría margen para seguir ahí 12 meses más.
Cuando se le preguntó si van a permitir que Gran Córdoba vuelva a llevar residuos a Piedra Blanca, Mestre sostuvo que el lunes van a hacer una evaluación con la Provincia, para ver qué colaboración tienen también de las otras jurisdicciones. Señaló que durante siete años recibieron los residuos de Gran Córdoba, que eran un 10 por ciento de lo que entraba a Piedra Blanca. El intendente de Córdoba concluyó: «Ahora estamos en una encrucijada y hay que ver una salida entre todos».