A través de un certamen abierto para los vecinos de la localidad, Salsipuedes definió su bandera oficial, la que fue presentada el pasado viernes 6 de octubre. La enseña elegida por el jurado, por unanimidad, fue la creada y fundamentada por Valeria Scattola una vecina del Barrio Cerro del Sol. El municipio de Salsipuedes cuidó pormenorizadamente cada instancia del proceso, buscando dotar de prolijidad y transparencia a tan significativo evento.
Entre los integrantes del jurado, compuesto por referentes de varios campos, como las artes plásticas, la docencia, la historia, los medios de comunicación, el Concejo Deliberante de Salsipuedes y las Relaciones Públicas entre otros, fue componente del grupo elector el Lic. Gustavo Agüero Filgueira, Secretario de (ACREP) la Asociación Cordobesa de Profesionales de las Relaciones Públicas, Experto en comunicación política, a quien consultamos acerca de la experiencia “Una Bandera para mi pueblo”.
¿Cuáles son los criterios para elegir el diseño de una bandera de entre otros que participaron?
La elección de una bandera exige el esfuerzo necesario para lograr interpretar la voz, la idea y el sentimiento de cada uno de los que se verán representados en un paño. La bandera no se elige sólo por su estética, aunque la estética es fundamental. No se elige sólo porque la composición cromática refleja al mensaje, pero sus colores deben decir lo esencial y con la aptitud de ser decodificado por cada uno de sus simbolizados. La bandera de un pueblo es su identidad, la síntesis de su espíritu plasmada en un paño.
Entonces, quienes componen el jurado, para ser aptos como tales, ¿deben ser conocedores de múltiples factores específicos?
Este municipio se ha mostrado muy responsable en todo el proceso de elección, en ningún momento subestimó el objetivo. Los funcionarios que tuvieron la iniciativa supieron, desde el principio, qué significa elegir una bandera para el pueblo. Por ello, ante todo, solicitaron la asesoría de expertos en vexilología, ceremonial y protocolo. Estos especialistas sugirieron el perfil de quienes debían componer el jurado, instruyeron y acompañaron durante las instancias a todos los integrantes del equipo.
¿Qué es la vexilología?
Es una disciplina auxiliar de la historia y se apoya en la semiótica para estudiar a las banderas en el amplio sentido.
¿Cuál fue el aporte de los especialistas en vexilología?
Al respecto, creo, que el aporte es mayor a lo que yo pueda referenciar, puesto que por mi profesión de relacionista público y ceremonialista, me permitió previamente conocer sobre el tema de los fundamentos vexilológicos, pero percibí satisfacción y agradecimiento por parte del resto de componentes del jurado y de los funcionarios que tuvieron la iniciativa.
Fundamentalmente, se comprende cuál es la magnitud sociocultural que representa elegir una bandera. Se aprende el significado de los colores, su distribución en el paño y muchos otros conceptos que te otorgan las herramientas para discernir frente a varios diseños y saber cuál es el que posee el mensaje preciso, como así también, comprender que existe la posibilidad de que ninguno de los diseños sea el apropiado y el certamen deba declararse desierto.
Tanto, Francisco Caligiuri, como Cristian Baquero Lazcano, el primero, un dedicado historiador, escritor y presidente de ACREP; y el segundo, también profesional de la RRPP, creador de la bandera de Córdoba, ambos apasionados por la vexilología, no sólo instruyen, sino que logran transmitir ese entusiasmo por el conocimiento acerca de la simbología.
¿Cuál es su percepción a cerca de la bandera elegida y de la ganadora del certamen, su creadora?
Al diseño lo elegimos todos los integrantes del jurado y creo que no hubo dudas desde un principio. Es una bandera por sobre todo bella, me veo representado, no olvidemos que soy vecino de Salsipuedes. Luego, es un diseño armónico, simple pero con la atracción que genera la certeza.
De su creadora… habla de ella su propia criatura, la bandera: Sensible, analítica, entusiasta y comprometida.
Pude presenciar en unas de las reuniones con el jurado, a la que fue invitada y también el Intendente Marcelo Bustos, un encuentro de alta emoción, donde las lagrimas de Valeria, la creadora y del Intendente, exteriorizaban el fervor inmenso y espontaneo de quienes emprenden con pasión, entrega y fundamentalmente amor por lo que hacen.
Por último, ¿Cuál es el motivo que está llevando a comunas y municipios, en los últimos años, a considerar la posibilidad o a elegir su propia bandera?
En principio, no tiene que ver con simplemente una tendencia caprichosa o una moda, la cuestión es más profunda y amerita varios párrafos, aunque voy a ser sintético diciendo que tiene que ver con una crisis axiológica y tal vez ética. La globalización ha demostrado beneficios, pero el proceso evolutivo adquirió tal velocidad, que no permitió el reacomodamiento y la adaptación de manera uniforme a todas las culturas, las que se sintieron arrasadas como por una vorágine que las licuó. En ese arrastre fueron perdiendo o mutando los propios valores que anclaban en un determinado territorio a la identidad cultural. Que hoy los pueblos busquen su bandera o la marca ciudad, es la necesidad de refundarse, de identificarse, de satisfacer el instinto gregario, que reconforta espiritualmente al ser.